Sobrevivientes

SOBREVIVIENTES

¿CÓMO AFECTA LA VIOLENCIA SEXUAL A POBLACIONES ESPECÍFICAS?

Menores de edad - El abuso sexual infantil es una forma de abuso infantil que incluye la actividad sexual con un menor.  Un menor no puede consentir a cualquier forma de actividad sexual. Cuando una persona agresora se relaciona con un menor de esta manera está cometiendo un delito que pudiese tener secuelas a corto y a largo plazo.


El abuso sexual infantil no necesita incluir contacto físico con la persona agresora y el/la menor. Algunas formas de abuso sexual infantil incluyen:  incurrir en conducta sexual en presencia de un menor y/o que se utilice a un menor, voluntaria o involuntariamente, actos lascivos, comercio de personas para actos sexuales, exposiciones obscenas, proposición obscena, producción de pornografía infantil, posesión y distribución de pornografía infantil, utilización de un menor para pornografía infantil; envío, transportación, venta, distribución, publicación, exhibición o posesión de material obsceno y espectáculos obscenos según han sido tipificados en el Código Penal de Puerto Rico.


La mayoría de las personas agresoras son personas conocidas por el/la menor y su familia (maestro/a, familiar, cuidador/a, padre/madre de otro/a niño/a, entrador/a de algún deporte, miembro de la iglesia, entre otros. Una persona agresora no tiene que ser adulta.


Los perpetradores pueden manipular a las víctimas a permanecer silenciados sobre el abuso sexual utilizando una gran variedad de tácticas.  Frecuentemente, la persona agresora utilizará su posición de poder y control sobre la víctima para coaccionar o intimidar el/la niño/a. Las personas agresoras le pueden indicar al niño/a que la actividad es normal y que la están disfrutando. También, pueden hacer amenazas si el/la niño/a se rehúsa a participar o planifica divulgarlo a otro/a adulto/a. El abuso sexual infantil no solo es una agresión física; es una agresión a la confianza y/o autoridad.


Personas con diversidad funcional - Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término diversidad funcional abarca deficiencias, limitaciones y restricciones que puede experimentar una persona y que implican problemas que afectan a la estructura corporal, limitaciones para llevar a cabo acciones cotidianas y dificultades para mantener relaciones sociales con los iguales.


Los tipos de diversidad funcional pueden ser:  física o motriz (dificultad para realizar movimientos), visual (abarca tanto ceguera como problemas de visión más leves), auditiva (pérdida de audición profunda como sordera), intelectual (dificultades cognitivas y adaptativas), multisensorial (problemas de tipo tanto auditivo como visuales).


Investigaciones han determinado que un gran por ciento de los casos de violencia sexual hacia una persona con diversidad funcional la persona agresora conocía a la víctima. Existe una alta victimización en la población con diversidad funcional debido a diferentes factores entre los que se encuentran: Dificultad escapar o resistir situaciones de violencia por su condición; experimentar dificultad para reportar debido a retos en la comunicación o movilidad; temor a represalias, ser castigado/a, lastimado/a o victimizad/a si divulga la violencia sexual; desconocimiento de sus derechos a rechazar cualquier acción o contacto físico no deseado; temor a divulgar la agresión sexual por su relación de dependencia con la persona agresora, puede estar siendo aislado/a por la persona agresora, carecer de educación adecuada en el área de la sexualidad que le limite a identificar o entender que está siendo abusado/a sexualmente. La persona agresora puede prever la vulnerabilidad para agredir sexualmente.


Inmigrantes - La Carta de Derechos de las Víctimas y Testigos de Delito indica la política pública que se busca proteger para proveer protección y asistencia a todas las víctimas y testigos de delitos.  La misma específicamente excluye que se utilice en su contra la edad, raza, color, sexo, condición física o mental, afiliación política, ideas políticas o religiosas, orientación sexual, identidad de género, condición social, origen social, origen nacional, ciudadanía o estatus migratorio de las víctimas y/o testigos.


La Carta de Derechos específicamente les da derechos a las personas inmigrantes a no ser cuestionadas sobre su nacionalidad o estatus migratorio al momento de informar la comisión de un delito, así como durante o posterior a cualquier etapa del proceso criminal.


Una persona inmigrante y que ha experimentado una agresión sexual podría enfrentar no solamente el trauma de la violencia que ha vivenciado sino otras presiones significativas si su estatus migratorio es irregular. Estas presiones pueden ser legales, económicas, comunitarias, entre otras.  Adicional, la persona podría experimentar activación de memorias de una victimización anterior que haya ocurrido en Puerto Rico o en su país de origen.


Hombres - La agresión sexual puede ocurrir a cualquier persona independiente de la edad, orientación sexual o identidad de género. Los  hombres y niños quiénes han sido agredidos sexualmente o abusados pueden tener muchos de los mismos sentimientos y reacciones que otros sobrevivientes de agresión sexual, pero ellos también pueden enfrentar algunos retos adicionales debido a las actitudes sociales y estereotipos sobre los hombres y la masculinidad.

Algunos hombres que han sobrevivido a la agresión sexual cuando eran adultos sienten vergüenza o dudan de sí mismos, creyendo que deberían haber sido “lo suficientemente fuertes” para luchar contra el/la perpetradorx.  Muchos hombres que experimentaron una erección o eyaculación durante la agresión pueden estar confundidos y preguntarse qué significa esto.  Estas respuestas fisiológicas normales no implican de ninguna manera que usted quisiera, invitara o disfrutara la agresión.  Si te ocurrió, debes saber que no es tu culpa y que no estás solo.

Comunidades  LGBTIQ+ - La violencia sexual puede ocurrir a cualquier persona independientemente de su edad, raza, etnicidad, religión, geografía, habilidad, apariencia, orientación sexual e identidad de género.  Las investigaciones muestran que la mayoría de las personas que se identifican como lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero y queer (LGBTIQ+) conocían a la persona que las agredió sexualmente.

La violencia sexual puede ser utilizada como un arma en contra de las personas quienes se identifican como LGBTIQ+.  Estos crímenes motivados por el odio pueden incluir acoso sexual, agresión sexual, violación u otras formas de violencia sexual.  En una investigación sobre agresión sexual y coerción entre lesbianas y homosexuales, ligeramente más de la mitad del grupo dijo que había experimentado alguna forma de violencia sexual en sus vidas.

Para sobrevivientes de una agresión sexual que se identifican como LGBTQI+, sus identidades y la discriminación que enfrentan en torno a esas identidades, a menudo les hacen dudar en solicitar ayuda de las diferentes agencias tales como policía, el hospital, los refugios o centros de crisis que atienden a aquellas personas que han experimentado una violencia sexual.


Personas de Edad Avanzada - La violencia sexual en personas de edad avanzada ocurre cuando una persona agresora se involucra en cualquier tipo de contacto sexual sin el consentimiento de la persona.   Algunas víctimas de violencia sexual no pueden dar su consentimiento debido a condiciones de salud, como los diferentes tipos de demencia.

Cualquiera de las siguientes personas podría agredirte sexualmente: familiares (predominantemente varones tales como hijos, nietos y sobrinos); asistentes personales, enfermeras/os, voluntarios/as o cuidadores/as; otras personas viviendo en la misma facilidad de cuidado prolongado y esposo/a o pareja, quienes creen que una agresión sexual no ocurre dentro del matrimonio o relación consensual. Adicional, existen estimados que 3.5 millones de mujeres sobre los 60 años de edad son sobrevivientes de abuso sexual en la infancia y no lo han revelado.  Independientemente del tiempo que haya pasado, puedes buscar ayuda.


Trabajadoras/es sexuales  - La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el Trabajo Sexual Comercial como toda “actividad en la que una persona intercambia servicios sexuales a cambio de dinero o cualquier otro bien”.  Esta población tiene un riesgo mayor de sufrir violencia sexual y otras formas de violencia física. Esto debido a que en los espacios donde interactúan están más propensas a violencia comunitaria y otras modalidades delictivas, sometiéndolas a un ciclo de violencia.  Las trabajadoras sexuales pudiesen tener temor de buscar ayuda en las diferentes agencias debido a la posibilidad de ser juzgadas o que no le crean al momento de divulgar una violencia sexual. 

Sin embargo, es importante que tengan conocimiento sobre sus derechos y los servicios que tienen disponibles en ambientes que le ofrezcan seguridad y un espacio para relatar y procesar lo ocurrido.


Personas sin hogar - El sinhogarismo coloca a las personas que lo viven en un mayor riesgo de experimentar episodios de violencia física y sexual.  Las personas sin hogar tienden a ser invisibilizadas por la sociedad y más propensas a no tener acceso a los servicios para cubrir sus necesidades básicas.  Sin embargo, es importante que conozcan sus derechos y la disponibilidad de servicios para personas que no tienen hogar y que han experimentado violencia sexual.